– ARS PUBLICIDAD S.A.(1)
Caracas, 14 de Febrero de 1947
En su última carta, que acabo de recibir, me sugiere usted la posibilidad de traducir algunos poemas míos, a fin de formar una especie de pequeña antología de mi obra en francés. Nada más grato para mí… Creo que no hay nadie allá que conozca mejor mi poesía como usted y nadie que sepa mejor conservar las esencias poéticas del original. En lo que se refiere a la edición, no sería posible hacerla aquí porque no hay ninguna imprenta que se comprometa a imprimir en idioma francés. Además, la distribución del libro sería muy imperfecta, porque esa Antología debería circular especialmente en Francia, Bélgica, y eso no podría hacer desde aquí ninguna Editorial. Creo que lo mejor sería editar el libro en París (¿conoce usted las Ediciones de “La Bouteille à la Mer”, o las Ediciones “Pierre Seghers”?). Para esa edición en Francia, no sería difícil encontrar alguien para financiarla. En realidad aquí en la Publicidad, podría encontrarse el dinero para ello, siempre que la Edición se haga en una Editorial conocida, acreditada, responsable y de alta categoría.
Para ganar tiempo, podría usted enviar algunos datos sobre las dimensiones de la Antología –número de poemas que se van a incluir, títulos, etc.-, tamaño del libro, papel y precio general de la edición, con la forma y condiciones de pago. Una vez enviados estos detalles, la PUBLICIDAD ARS podría enviarle el dinero a la Editorial o directamente a usted si lo prefiere.
No sé lo que ha pasado con el ejemplar de REGISTRO DEL MUNDO. Seguramente, los Editores en Quito no se han apresurado en hacer el envío. En todo caso, el libro está agotado y no sé si podremos conseguirlo… Creo que hay que conformarse con la edición mexicana que apareció en 1945. La edición –hecha por José Bergamín en la famosa Editorial Séneca de México- resultó malísima y , sobre todo llena de errores, pues se quedaron en esos días en la imprenta sin corrector de pruebas. Le remito por paquete aparte, un ejemplar de esa edición, con las correcciones hechas por mí con tinta. Le pido que me perdone por esta falta y le ruego que no vea en ello sino mi confianza con usted y mi deseo de ahorrar tiempo. Además, para los fines de la traducción, no importa la mayor o menor nitidez de la impresión, ¿no es cierto?
Para el caso de que haga una selección de mis poemas, me parece conveniente que conozca también las cosas que he escrito más recientemente y que no están recogidas aún en libro. Le envío “VIAJE DE REGRESO”, “PRISIÓN HUMANA”, “LECCIÓN DEL ARBOL, LA MUJER Y EL PÁJARO”, “DE NADA SIRVE LA ISLA” (2). Todos estos poemitas pertenecen a un futuro libro que se llamará de la misma manera que este último que le acabo de citar.
Allí se encuentra mi convicción de que el aislamiento no es la solución vital que buscábamos y de que el hombre debe abandonar su isla para conquistar su felicidad…
Quedo en espera de sus noticias. Y le envío un estrecho y fraternal abrazo, a través de los mares.
f) Jorge Carrera Andrade
Sr. Edmond Vandercammen
41, calle Papenkasteel
UCCLE. Bruselas Bélgica.
(1) Mismo encabezamiento que la carta anterior.
(2) Estas colecciones de poemas fueron publicadas en Obra Poética Completa, Jorge Carrera Andrade, editorial de la Casa de la Cultura, Quito-Ecuador, 1976, «Lección del Arbol, la Mujer y el Pájaro» y «Prisión Humana»; págs. 331-338 y 342-355.
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– Uccle, el 6 de marzo de 1947
Mi muy querido Jorge:
He recibido debidamente su carta del 14 de febrero corriente. Su tan claro y tan generoso artículo así como sus hermosos poemas recientes. Acabo de recibir también Registro del Mundo. No sé cómo agradecerle de todo esto; verdaderamente usted es un amigo fiel.
Las informaciones que usted me da a propósito de la edición de una antología francesa de sus poemas me interesa mucho. Espero aprovechar de mis vacaciones de primavera de aquí a un mes para llevar a cabo mis traducciones y yo veré del lado de Francia un editor; de todos modos, puedo hacerlo siempre bajo la firma del “Journal des Poètes”. Me excuso tener que haber hablado de dinero, pero es difícil sin esto; he debido editar además Grand combat por mis propios medios. Tan pronto como mi trabajo estará a punto, pediré precios y le informaré.
Le he hecho enviar un número del “Journal des Poètes” en el que he escrito un artículo para volver a tomar contacto con los poetas de América española. En el número del mes próximo, espero tener tiempo de escribir un largo estudio sobre su obra: le debo bien esta prueba de simpatía y de agradecimiento, querido Jorge.
Jaime Ibáñez me ha pedido colaborar en la revista “Universidad Nacional de Colombia”. Así, poco a poco, voy a realizar mi sueño de convertirme en una especie de lazo de unión entre los escritores de aquí y los de América latina, en los que veo una gran esperanza para las letras en general. Tal vez esta actividad me dará ocasión de regresar a sus hermosos países para dictar una serie de conferencias; se ría igualmente un sueño por realizar, porque después de mi estadía en México he conservado una nostalgia de esas regiones.
Su artículo para “Marginales”, se publicará en el número que seguirá a aquel que está consagrado a Charles Plisnier, el que está en prensa.
Espero encontrarle un día y le abrazo fraternalmente, querido amigo.
f) Edmond Vandercammen
P.S. Le estaría agradecido recordarme si posible la dirección de Humberto Salvador de quien he perdido la señal, después de la guerra. Gracias.
ARS» PUBLICIDAD S.A. (1)
Caracas, 23 de Mayo de 1947
Querido Edmond:
No encuentro palabras para expresarle mi agradecimiento inmenso por su generosidad en la apreciación de mi modesta obra poética. “PERFIL LÍRICO DE J.C.A.”(2) es un hermoso y vibrante comentario, escrito con gran nobleza. Gracias, gracias de todo corazón, fraternal y buen amigo.
El otro día le envié dos pequeñas traducciones de poemas suyos que publiqué en EL NACIONAL. Sigo con gran entusiasmo preparando una antología de poetas de expresión francesa, en la que irán algunos compatriotas suyos, a más de Ud. ¿Sería Ud. tan amable de sugerirme algunos nombres de poetas que merecen ser tomados en cuenta y traducidos al español?
Entre las pequeñas cosas que he publicado últimamente, hay un breve poema que me parece representar profundamente mi actitud actual ante el mundo y las cosas. Creo que sería bueno que Ud. lo conozca y lo incorpore, si le parece, a los poemas que ya ha escogido. Le incluyo, pues, un recorte.
Hasta muy pronto, mi querido Edmond. Espero que las preocupaciones materiales que me acosan en estos momentos se despejen pronto para poderle escribir una carta larga, muy larga…
Le estrecho la mano muy cariñosamente.
f) Jorge Carrera Andrade
Sr. Don Edmond Vandercammen
Uccle. Bruselas. Bélgica.
(1) Mismo encabezamiento que la carta anterior.
(2) “Profile lyrique de Jorge Carrera Andrade”; en Adam International Magazine, XVI; julio-agosto 1949.
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– 8 de abril 48
Mi querido Jorge:
Le agradezco un poco tarde, pero de todo corazón por su gentil carta de París. Todo va pues bien del lado de la edición y espero que tendremos un bello libro. Haré un gran servicio de prensa, la poesía se vende poco en nuestros países, vivimos además en una nueva crisis de librería.
Gracias también de su promesa de ayudarme a dejar la enseñanza; los años pasan y desearía poder consagrarme más a la literatura.
Aquí, vivimos días felices, bajo un clima verdaderamente maravilloso. He pintado ya una docena de paisajes (pintura al agua) que usted verá cuando venga a Bruselas.
Hasta pronto, querido Jorge.
Le abrazo fraternalmente, querido gran amigo.
f) Edmond
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– Uccle, el 8-5-48
Mi querido Jorge:
Me apresuro en contestar a su carta del 3 y me excusará cuando sepa que he tenido enfermos en mi casa durante tres semanas: mi mujer y un pariente político (gripe, bronquitis).
Gracias de todo corazón por “El Visitante…” (1), del que le hablaré en el “Journal des Poètes”.
Hasta el presente he traducido una quincena de poemas para la antología. Ahora, voy a tratar de terminar lo más pronto posible, usted debe adivinar que estoy siempre “entusiasmado” por este trabajo. Pero, como le he dicho, he pasado un invierno duro a causa del reumatismo. La edición de Paz Castillo ha costado alrededor de 17.000 francos belgas. Estoy pues muy dispuesto a terminar el trabajo antes de las vacaciones de verano y el libro podría salir en el mes de setiembre. Pero, si usted prefiere confiar las traducciones a un francés y escoger a un editor en París, de ninguna manera estaré herido. Verdaderamente no es mi culpa si no he podido avanzar más en la obra prometida. Yo pensaba que se le habían enviado los últimos números del “Journal des Poètes”. El miércoles recordaré el asunto en la reunión de la redacción.
¿Hasta pronto?
Un abrazo muy cordial, querido Jorge (2).
f) Edmundo
(1) Muy probablemente el “Visitante de niebla y otros poemas”, Jorge Carrera Andrade Introducción al estudio de su vida y obra, Enrique Ojeda, ya citado; págs.285-288.
(2) Frase escrita en español.
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– Uccle, el 10-6-48
Mi querido Jorge:
Tengo el placer de anunciarle que he terminado mis traducciones. La semana próxima copiaré todo y le enviaré. Usted me hará las observaciones necesarias y expedirá, si tiene a bien, este manuscrito destinado al impresor. Tendré las primeras pruebas a mi regreso de vacaciones, a principios de septiembre. (Dejo Bruselas hacia el 10 de julio para Niza).
He aquí la lista de los poemas. ¿Quisiera indicarme por número el orden que usted escoge? Gracias. Tenga en cuenta los títulos del libro Biographie… si no es muy largo, como son todos interesantes, pueden ser retenidos. En una palabra, sírvase establecer la lista completa de los títulos y envíemela por vuelta de correo:
(Sigue la lista de los poemas del libro: Poèmes Choisis (1) + Biografía para uso de los pájaros: 15 poemas).
Está bien entendido que si usted desea añadir otros poemas, estoy a su servicio. He aquí algunas direcciones de poetas franceses que son mis amigos:
– Charles Plesnier: Montferrat-Courtacou
– S et M. – Jean Rousselot: 30, Allée des Mésanges-Pavillon s/Bois (Sena).
– Thérèse Aubray: 5, Square Péronnet, Neuilly s/Seine.
– Janette Delétang-Tardif: 93bis, avenida du Roule Neuilly s/Seine.
– Philippe Dumaine: 42, calle Bonaparte, París VIº.
– Paul Derméey su esposa Céline Arnauld: 16, calle Cassini-París 14º. – Havia Léopold: 32, calle de la Banque-Montauban.
– Armand Guibert: Quai des Grands Augustins-55-París VIº.
– Robert Ganzo: 9bis, calle de Magdebours, París.
– Jules Supervielle: 27, calle Vital- París 7º. (2),
Fraternalemente, querido Jorge.
f) Edmond
P.S. Por este mismo correo le envío dos números de “Marginales”, así como un pequeño fascículo que acabo de publicar.
(1) Nota de los autores.
(2) Subrayado por el autor.
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– CONSULADO DEL ECUADOR EN GRAN BRETAÑA (1)
Querido Edmond (2):
Por este mismo correo le devuelvo los originales de sus traducciones que me parecen maravillosas. Me he permitido solamente cambiar algunas palabras para mayor comprensión del texto; pero, naturalmente Ud. tiene plenas facultades para aceptar o no esos cambios o también para hacer nuevas correcciones. Su autoridad intelectual, y sobre todo en poesía francesa, es para mí indiscutible. De modo que la corrección última y definitiva debe hacerla Ud.- Mande el texto a la imprenta en la forma que Ud. crea mejor, ya que lo que Ud. decida será lo mejor (3)
Le ruego darme dos informaciones:
1a- ¿Cuál es el tipo de cambio de los francos belgas en relación con el dólar? 2a- ¿A nombre de quien debe ir el cheque que yo envíe?
Olvidaba una cosa: Creo que sería más conveniente que los poemas de “Biografía pasa uso de los pájaros” no vayan todos juntos sino distribuidos y mezclados con otros poemas a lo largo del libro.
Dentro de algunas semanas va a aparecer en Londres una selección en inglés de mis poemas últimos, entre los cuales he incluido el que le remito (que no creo por otra parte que deba ser traducido al francés) (4). Creo que tendré todavía noticias suyas antes de su partida. Deséole las más agradables vacaciones y toda clase de felicidades.
Un abrazo.
f) Jorge Carrera Andrade
(1) Mismo encabezamiento que la carta anterior.
(2) Carta sin fecha, pero que por su contenido fue escrita entre junio y agosto de 1948.
(3) Subrayado por el autor.
(4) Seguramente Visitor of Mist. Introduction and translation by G.R. Coulthard, London: William and Norgate Limited, 1950.
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– 30 de setiembre 48 (1)
Mi querido Jorge:
Sus Poèmes Choisis acaban de salir de prensa. Por correo ordinario, le envío un ejemplar a fin de que conozca el libro lo más pronto posible. Usted verá, este trabajo es claro y distinguido, sin ser de lujo. Espero que estará contento.
Estoy extrañado de no tener sus noticias y espero que todo va bien.
En mi carta, que le he enviado al regreso de vacaciones, le decía que yo le propondría enviar cien ejemplares ordinarios o 150, más la mayor parte de los libros numerados. ¿Está usted de acuerdo? Por mi parte, haré un muy grande servicio de prensa: en Bélgica, en Francia, en Italia, en España, en América Latina. (La poesía se vende tan poco que es mejor difundirla de esta manera). En cuanto al pago, el impresor no ha recibido todavía nada. Él enviará una factura tan pronto como usted le de alguna señal. Será seguramente el precio de costo, el más bajo que pueda haber aquí. Es lamentable tener que editar todavía por su cuenta a poetas de nuestra edad (en Francia y Bélgica se entiende). Hay excepciones, pero para aquellos que tienen ya contratos con grandes casas que editan al mismo tiempo sus novelas.
Esperando leerle y hasta pronto, tal vez.
Cordialmente, suyo, querido Jorge.
f) Edmond
(1) No está indicado el año, pero en 1948 fue publicada esta obra.
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– DELEGACIÓN DEL ECUADOR
Ante las Naciones Unidas
34 avenida de Messine
París (8º) Francia París, 5 de Octubre de 1948
Muy estimado Edmond:
Perdóneme que no haya contestado a su estimable carta última, debido a innumerables compromisos que me han quitado mi tiempo. El gobierno de mi país me nombró Presidente de la Delegación a la Conferencia Extraordinaria de la UNESCO que se reunió en París el 15 de Setiembre. Tuve que trasladarme acá enseguida, a comienzos del mes pasado, y estaba preparando mi viaje de regreso a Londres cuando el Gobierno nuevamente me honró con otro nombramiento: Delegado a la Asamblea General de las Naciones Unidas. He tenido, pues, que establecerme en París –provisionalmente en un hotel- y entregar todas mis horas al estudio de todos los documentos de la ONU, que son numerosísimos, para poder intervenir oportunamente en los trabajos de la Comisión que se me ha confiado (Tercera Comisión) (1).
Esta es la razón, mi querido Edmond, por la que no he podido ocuparme de nuestros planes editoriales y poéticos. Ahora, voy inmediatamente a conseguir los 8.500 francos belgas de la primera remesa para enviar al Impresor. ¿Cree usted que es aún tiempo, o han cambiado los planes iniciales? Le ruego contestarme enseguida para hacer la remesa y le pido al mismo tiempo mil perdones por la demora involuntaria.
Le agradeceré mucho que me escriba a mi dirección de París, que aparece al principio de esta carta. Y le ruego ocuparme en todo lo que Ud. necesite en esta ciudad, que para mí será un verdadero placer poder servirle en algo.
Reciba un abrazo estrecho de su amigo.
f) Jorge Carrera Andrade
Señor Don EDMOND VANDERCAMMEN
Uccle. Bélgica.
(1) Sobre este tema ver los siguientes artículos:
–Jorge Carrera Andrade y los derechos humanos
–Intervención del Sr. Jorge Carrera Andrade
–Presentación de Diferentes Documentos sobre la Participación del Ecuador en la Declaración -Universal de Derechos Humanos
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– LEGACIÓN DEL ECUADOR EN FRANCIA
34, avenida de Messine París 8º
París, 12 de Enero de 1949
Mi querido y recordado Edmond:
Comprendo que Ud. estará sorprendido de mi largo silencio; pero le ruego perdonarme porque éste no ha tenido otro motivo que las incidencias agitadísimas de mis últimas semanas de 1948. La ONU se terminó el 12 de Diciembre; luego vinieron las actividades sociales de la Delegación Ecuatoriana y la preparación de los diferentes Informes para nuestro Gobierno. En los últimos días de Diciembre pude ya partir para Londres; mas, recibí comunicación de la Cancillería proponiéndome la Legación en Italia. Me hallaba disponiéndome para la partida, cuando se me presentó una crisis hepática que hizo necesaria la presencia del médico y un tratamiento que ha durado tres semanas. Ahora, estoy restablecido y debo regresar a Londres el 26 de Enero para preparar todo lo de la Legación y partiré talvez en Marzo a Italia.
No crea que le he olvidado, querido Edmond. Mucho he pensado en Ud. y en su generosa amistad. El libro traducido por Ud. me parece bello; pero desgraciadamente no lo he podido dar a conocer aquí, pues el ambiente no me parece favorable para la poesía extranjera, sobre todo hispanoamericana. Los intelectuales franceses se hallan divididos, desmoralizados, empequeñecidos por la mezquindad reinante y por las rencillas políticas. El grupo de Aragón (1) detesta al grupo de Breton (2), y los dos detestan conjuntamente al grupo de Sartre. Y luego, hay unos grupillos como el Epifanismo (claramente norteamericano de origen), el dolorismo, (o sea el jesuitismo en la literatura), -y admírese- el Cavernismo, que predica la vuelta a las cavernas y el olvido de los siglos de cultura greco-latina, de pensamiento medioeval, de Renacimiento, de Reforma, de revolución liberal e industrial… Todo!… La vuelta a la Edad de Piedra, como también lo quieren los existencialistas –utilitaristas y mercantilistas- que están haciendo de sus cuevas los cabarets perfectos para explotar a los turistas (3).
Nadie sabe aquí nada de la literatura hispanoamericana. Talvez el único nombre que suena es el de Neruda, y eso no por su poesía sino por su filiación comunista. De manera que creo inútil hacer circular “Poèmes Choisis” que encierra una poesía hecha para los pueblos espiritualistas. Yo no he dado mi libro sino a Jean Rousselot, a Yanette Deletang-Tardiff y a mis amigos sudamericanos. Por lo demás, yo creo que “La Maison des Poètes” tampoco ha hecho ningún servicio de prensa… De todos modos, mi noble y buen amigo, haga Ud. lo que crea más conveniente, pues ese libro le pertenece a Ud. tanto como a mí mismo. Juan Marín, el novelista chileno residente en El Cairo, me escribió hace algunos días enviándome un recorte de un artículo de Ud., publicado en un periódico de Bruselas y reproducido en “Le Journal d’Égypte”. Gracias por la referencia que Ud. hace allí a un comentario sobre la obra de nuestro común amigo.
¿Recibió Ud. mi libro “Rostros y Climas”? Ha tenido buenos comentarios en las revistas de América Latina y de los Estados Unidos.
No sé si la dirección del sobre es correcta, pues la he puesto de memoria, ya que mi cuadernillo de las direcciones de mis amigos lo tengo en mi Oficina de Londres. Sé que está bien “rue Papenkasteel”; pero no estoy seguro sobre el número… Confío a mi buena estrella que esta carta llegue a sus manos.
Agradezco mucho sus votos de Nuevo Año y le deseo, a mi vez, querido Edmond, un Año de 1949 colmado de ventura, prosperidad y toda clase de triunfos literarios.
f) Jorge Carrera Andrade
Mi dirección en Londres es: Legation of Ecuador 9, North Audley Street London W.I.- England.
(1 y 2) Poetas traducidos, en Poesía Francesa Contemporánea, Jorge Carrera Andrade, ya citado; págs. 345-357 y págs. 329-338.
(3) Seguramente las complicaciones familiares, diplomáticas que conoció en esos meses le movieron a escribir apreciaciones tan pesimistas e injustificadas de lo que ocurría en Francia. Basta recopilar, por ejemplo, en lo que se refiere a la cultura hispanoamericana la obra que, en esos días cumplían en París: Paul Rivet, Roger Caillois y muchos otros; las conferencias semanales en la Sala d’Hulst, en la Biblioteca Española, etc… Además, muy diferentes son las apreciaciones que expresará más tarde: El Volcán y el Colibrí Autobiografía, Jorge Carrera Andrade, ya citado; págs. 198-200, en que se lee la obra de: Eluard, Aragon, Supervielle, Breton, Seghers, Ganzo, tantos nombres que dieron tanto lustre a las letras francesas de aquellos años, en que escribieron: Gide, Maurois, Mauriac, Saint-John Perse y cien más.
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34, avenida de Messine París (8º).
París, 19 de Enero 1949
Mi querido Edmond:
Mucho lamento su estado de salud que, seguramente, le impide la realización de tantos trabajos e iniciativas. Le considero, mi buen amigo, pues comprendo que eso, unido a la difícil situación por la que suelen atravesar los escritores, no constituye en verdad un plato diario muy agradable. ¡Cuándo podrán vivir los intelectuales libres de toda preocupación material y económica! Me apena saber que Ud. se halla esperando un retiro de la enseñanza para poder dedicarse a la defensa de las letras hispanoamericanas. El otro día estuve hablando de Ud. con Jaime Torres Bodet, quien conoce y aprecia mucho su traducción de mis poemas. Torres Bodet, como Ud. sabrá, acaba de ser elegido Director General de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y tiene la intención de buscar la cooperación de todos los escritores capaces y de buena voluntad que quieren cooperar sinceramente con la Organización. Me dijo el distinguido poeta mexicano que Ud. era un buen amigo suyo y que consideraba que la labor de Ud. era muy meritoria en el campo de la cultura y que habrá que contar con su apoyo. Me permito aconsejarle, mi querido Edmond, que le escriba felicitándole por su nombramiento a la Dirección General de la UNESCO y ofreciéndole su colaboración para Bélgica. Creo que Ud. puede hacer mucho, muchísimo… y que es una clase de trabajo que se acuerda muy bien con la literatura. La dirección de nuestro amigo es la siguiente: Dr. Jaime Torres-Bodet, Directeur Général de l’UNESCO, 19, avenida Kléber. París.
Tampoco me parece que la colaboración con la UNESCO le impediría su otro proyecto de viajar a Buenos Aires y a otras capitales, pues la Organización tiene también Bolsas de Viaje y Enviados especiales a los países latinoamericanos. Desde hoy le digo que si realiza Ud. su plan de viaje a la América Latina, cuente conmigo para una temporada en Quito, Capital de mi patria. Allí existe una institución ejemplar, la Casa de la Cultura Ecuatoriana, que tiene fondos propios y que está fundada cabalmente para auxiliar a los Escritores Extranjeros y para organizar Conferencias y otros medios de difusión de la Cultura. Yo soy Miembro del Consejo Directivo de la Casa de la Cultura y podrían obtener algo para Ud.
Le agradezco muy especialmente su intención de iniciar el servicio de prensa de mi libro “Poèmes Choisis” en Francia y Bélgica. Creo que eso es muy necesario para que nuestro esfuerzo no sea estéril. En lo que se refiere a la América (de Sur y Norte), lo haré yo mismo, pues tengo allí algunos amigos con los que podemos contar y además hay las Secciones Francesas en ciertas Universidades Norteamericanas que se ocupan de todo lo que significa poesía. ¿No le parece amigo Edmond, que sería también conveniente enviar algunos ejemplares para la venta a alguna de las grandes Librerías de Novedades de París? Tiene “La Maison du Poète” alguna librería a la que acostumbra enviar sus publicaciones?
Después de algunos días salgo para Londres; pero apenas llegue allá le escribiré nuevamente.
Reciba, mi querido Edmond, un abrazo muy estrecho y fraternal.
f) Jorge Carrera Andrade
S. Don Edmond Vandercammen
Uccle. Bélgica.
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– Uccle, el 30-1-49
Mi querido Jorge:
Su último libro es maravilloso de vida y de sensibilidad. Él traduce una experiencia humana que yo amo y que permanecerá para usted como una fuente inagotable de lirismo. ¡Bravo! ¡Felicitaciones! Tendré la ocasión de decir más largamente en una revista lo que yo pienso de estas páginas tan preciosas (1).
He realizado la más grande parte del servicio de prensa de los Poèmes Choisis. He recibido ya algunas cartas entusiastas de Lionello Fiumi (Italia). Louis (ilegible) (Burdeos) Gaston Criel (Francia) y otros de Bélgica… y promesas de artículos. Enviaré aún otros libros esta semana.
En su servicio de América, no olvidar:
Sr. Maples Arce, Embajador de México en Panamá.
E.R. Vernacci, apartado 369-Panamá.
A. Aita, Rivadavia 4060, Buenos Aires.
Marcos Fingerit, calle 116-nº1420- La Plata.
Jaime Ibáñez (2), apartado 2509- Bogotá.
La “Maison des Poètes” no tiene ya depósito en París, porque Francia no deja pasar los libros (¡Ah, estos acuerdos económicos!). ¿El Cónsul del Ecuador en Bruselas no podría hacerlo? A menos que su coche o el de México vaya a París uno de esos días.
Acabo de escribir a Torres Bodet. Gracias por cuanto me dice a propósito de mi viaje a América. Si puedo lograr partir, qué provechosos culturales resultarían, para mí, pero, no me atrevo a creer mucho en ello.
Le abrazo, querido gran amigo.
f) Edmundo
(1) Sin duda se refiere al libro Rostros y Climas, publicado en París, a fines de 1948, por las ediciones de la América latina, y gracias a la colaboración de un amigo de Jorge Carrera Andrade, el señor Cristóbal de Acevedo, in El Volcán y el Colibrí Autobiografía, Jorge Carrera Andrade, ya citado; págs. 75, 173 y 198.
(2) Subrayados por el autor.
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– LEGACIÓN DEL ECUADOR EN GRAN BRETAÑA
9, North Audley Street
LONDON, W.I.
Londres, 2 de Mayo de 1949
Muy recordado y querido Edmond:
Estuve en París durante las Pascuas y allí tuve el gusto de conocer a Fernand Verhesen (1), quien me manifestó que Ud. no tenía noticias mías desde hace algún tiempo. Igualmente, el amigo Henri de Lescoët confirmó este asunto, diciéndome que Ud. no había recibido mi carta última, enviada a su dirección en febrero. Estas noticias me han apenado muchísimo, por tratarse del amigo a quien más quiero, con un afecto verdadero que está sobre todas las fórmulas y todos los convencionalismos. Mi intención fue escribirle inmediatamente, a mi regreso de Londres; pero desgraciadamente, encontré a mi llegada una serie de asuntos que requerían mi atención inmediata: El gobierno me pidió ciertos informes, en los que trabajé día y noche, y luego tuve que cambiar de residencia, porque se venció el contrato de mi casa de Dawn Street. Ud. sabe lo que significa una mudanza y el traslado de cosas de un lugar a otro, y, finalmente, la instalación definitiva. Por fín, estoy en mi nueva vivienda, cuya dirección es: Kensington Park Road, 46 Buckingham Court, W.11. –London. Aquí no hay la suntuosidad de la residencia anterior; mas, estoy en un lugar tranquilo en el que puedo escribir y meditar. Una de mis primeras preocupaciones ha sido escribirle a Ud. para manifestarle cuan inmenso es mi reconocimiento por todo lo que ha hecho Ud. por mí y decirle que mi amistad permanece con el mismo calor –si no es mayor – que en otros tiempos.
En París, estuve un día en casa del poeta Yvan Goll, y éste me expresó una gran admiración por la traducción suya de mis poemas. En general, todos los escritores franceses a los que he tratado me han manifestado igual cosa. ¡Es una magnífica fortuna haber sido traducido por un poeta de la calidad de Vandercammen! Esta traducción ha despertado el interés de otros poetas, de otros traductores y de otros grupos. La Collection Iles de Lerins publicó una pequeña traducción de poemas seleccionados por A. de Falgairolle y A. Miguel. La misma Collection proyecta la publicación de otras tres plaquettes, confiadas a los traductores André Miguel y Fernand Verhesen. También Robert Ganzo ha querido traducir y publicar unos cuantos poemas míos en su colección “Appels Poétiques”. Todo esto es, indirectamente, su obra, mi querido Edmond. Le doy mis gracias, desde lo más profundo de mi corazón.
En mi carta que le envié en febrero último, le decía que me diera Ud. la forma de hacer envíos de dinero a Bélgica, pues el control de cambios imposibilita toda clase de operaciones monetarias con ese país. Los abonos que le hice a Van Dorselaer fueron muy espaciados cabalmente por esta dificultad. Yo tengo ahora un proyecto, en el que entra Ud. –si no le molesta o no tiene algún impedimento para ello- y desearía que me indicara el modo de vencer esta dificultad de pagos en Bélgica.
Déjeme Ud. saber sus noticias y perdóneme por mi silencio involuntario. En ese silencio ha intervenido el azar –la pérdida de una carta en febrero-; pero no ha obedecido en lo absoluto a la ingratitud. Yo le seré muy agradecido toda la vida mi querido Edmond y le seguiré contando entre los pocos ejemplares humanos que nos hacen amar la vida y creer aún en la humanidad.
Reciba un abrazo muy afectuoso de su amigo fraternal,
f) Jorge Carrera Andrade
Señor Don Edmond Vandercammen
Bruselas
(1) Por primera vez aparece este nombre del otro gran poeta belga hondamente ligado a Jorge Carrera Andrade, como se verá en su correspondencia, idem nota 2 (Presentación): pp. 287-337 y 389-418. Versión electrónica de los estudios sobre este notable poeta belga:
-Au sujet de la préface de Fernand Verhesen, quelques aspects de la poétique de Jorge Carrera Andrade
-El Ecuatorianista Belga Fernand Verhesen y su Diálogo Poético con Jorge Carrera Andrade
-Del “Combate Meridiano” A “Las Armas De La Luz”, Otra Faceta Del Diálogo Poético Entre Fernand Verhesen Y Jorge Carrera Andrade
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– Uccle, el 2 de mayo 49
Mi querido Jorge:
He visto a Verhesen hace algunos días y hemos hablado largamente de usted. Estoy feliz que él traduzca también algunos de sus poemas.
Él me ha dicho que usted esperaba noticias mías y que no habría contestado a una de sus cartas, fechada de fines de enero. Por mi parte esperaba unas líneas de usted, seguro como estaba siempre de haber contestado con apresuramiento cada una de sus misivas. Es posible que una u otra de nuestras correspondencias no haya llegado a su destinatario a causa de sus numerosos desplazamientos. Usted me había escrito que iba a regresar a Londres para preparar su viaje a Roma, en donde debía asumir su puesto. Su largo silencio me hizo creer que está muy ocupado a causa del cambio y esperaba siempre que me dé noticias de la ciudad eterna. Ahora, me informo por Verhesen que permanece en Londres.
Le adjunto dos recortes de prensa; le enviaré otros, pero el “Auxiliaire” de la Presse, en Bélgica, está muy mal informado y el “Argus” de París, no me envía nada ya que no estoy abonado. Hay un buen artículo en “Marginales” (último número); las “Letras del Ecuador” han reproducido todo mi prefacio. Parece que en Francia hay otros artículos (1).
Verhesen me ha hablado de la “Anthologie de Poésie Sud-Américaine” que Lescoët desearía editar y para la cual usted ha prometido su ayuda. Ricardo Baeza, de la Unesco ha declarado a nuestro amigo Verhesen que sus servicios podían eventualmente ocuparse de ello. Sin pensar ocasionar ningún daño a Lescoët, yo creo que tendríamos mayores posibilidades de llevar a bien este trabajo a buen fin pasando por la Unesco. Pero, ¿cómo hacer para no herir a nuestro amigo de Niza? Su opinión nos sería preciosa. (Todo esto entre nosotros y Verhesen) (2), Lescoët es muy gentil, pero un poco fantasioso); además, sus medios son muy limitados para la edición de tal obra y la Unesco encontraría más fácilmente apoyos ante los Gobiernos de América que un simple particular. ¿Quisiera reflexionar en todo esto? Gracias.
He dejado definitivamente la enseñanza; voy pues a tentar de organizar mi vida diferentemente.
Mi abrazo (3), siempre fiel
f) Edmundo
(1) “Letras del Ecuador”, de febrero 1949, publicó el artículo de E. Vandercammen “Poèmes choisis, de Jorge Carrera Andrade”.
(2) Subrayados por el autor.
(3) En español.
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– Londres, 9 de Mayo de 1949
Muy querido Edmond:
En efecto, nuestras cartas se cruzaron en el camino. Acabo de recibir la segunda suya, dirigida ya a mi nueva residencia. Infinitas gracias…
La prensa francesa ha dado una muy buena acogida a mi libro tan maravillosamente traducido por Ud. –En el último número de “Letras Francesas” que llegó a mis manos, durante mi permanencia en París, se hizo una mención muy elogiosa de su traducción, diciendo que Ud. era uno de los escritores más calificados para realizar este trabajo, en tratándose de poesía hispanoamericana. No he visto la nota de “Marginales”, pues no recibo desde hace algún tiempo esa revista. Cuando estuvo aquí Verhesen –quiero decir, en París- le manifesté la dificultad de obtener giros monetarios para pagar suscripciones en Bélgica, lo que hace que yo esté todavía entre los deudores del “Journal des Poètes” y de “Marginales”. Sin embargo, el Journal me siguen enviando regularmente; pero no la revista…
Estoy completamente de acuerdo con Ud. acerca de la manera de llevar a cabo la Antología de la Poesía Sudamericana. De Lescoët quería que el Gobierno del Ecuador costeara totalmente la edición. Esto es imposible, como le manifesté a él oportunamente. Podría, talvez, suscribirse a cierto número de ejemplares, y eso sería todo. Yo igualmente le prometí mi ayuda, siempre que se tratara de una obra imparcial y de verdadera eficacia para estrechar las relaciones culturales de nuestros países. Sin embargo, lo que Ud. me dice, querido Edmond es mucho más viable y lógico: Todos o la mayor parte de los Gobiernos de los países sudamericanos deberían ayudar a esta obra, como igualmente la UNESCO y el Gobierno de Francia o el de Bélgica. De esta manera, la obra sería de incalculable importancia y de magnitud digna de la causa que quiere servir.
Ya me he dado cuenta de los medios editoriales muy limitados de la Collection des Iles de Lerins (1), y francamente, creo que no habría posibilidad de incluir allí, ni siquiera de imprimir en sus talleres la Antología proyectada. Tendría que ser algo más grande y con una presentación artística de alto valor. La UNESCO podría ayudarnos inmensamente en este sentido, como también en la consecución del apoyo de los Gobiernos latinoamericanos. Además se podría hacer algo que dure permanentemente y que sea la piedra fundamental para el conocimiento de la poesía de la América Latina, en lengua francesa. Desgraciadamente, yo he dado ya mi plan a Lescoët y al traductor André Miguel. Les he sometido una lista de 10 poetas por cada país latinoamericano: 12 países, excluyendo a los que no son de habla española, como Haití y Brasil, y a los que no tienen un movimiento poético de importancia, como Paraguay, El Salvador, República Dominicana, Honduras, Costa Rica y Bolivia. Talvez se podría buscar uno o dos poetas por cada uno de estos últimos países. Además, le he enviado una selección de poemas hispanoamericanos a Lescoët, con una introducción mía, para un panorama que debe aparecer en el número próximo de “Septembre”.
A pesar de todo esto, estoy listo a contribuir en la forma que Ud. crea más conveniente a la realización del plan que Ud. ha proyectado en compañía de Verhesen. Ya sabe Ud. el inmenso cariño que yo profeso a Ud. y la inmensa deuda de gratitud que tengo para el gran Vandercammen… No tiene Ud. sino que mandar, que sus órdenes serán cumplidas. Le ruego decir a Verhesen que he recibido su carta y que espero los originales de las traducciones para enviarle todos los detalles en conjunto y hacerle algunas consultas de la impresión del librito. Gracias.
Reciba, querido Edmond, un abrazo afectuoso de su amigo,
f) Jorge Carrera Andrade
Señor Don Edmond Vandercammen Uccle, Bélgica.
(1) Subrayado por el autor.
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– Uccle, el 14 de octubre 49
Mi querido Jorge:
He encontrado las traducciones de Robert Ganzo a mi regreso de vacaciones (1). Gracias por haberme enviado este hermoso libro y gracias también por la fraternal dedicatoria. Estoy feliz de no ser el único que intenta difundir en el público de lengua francesa una obra infinitamente personal, humana, noble y cargada de un lirismo de imágenes que no tiene de comparable sino el calor de los trópicos. Pero, este calor se extiende a todo el universo y es esta su fuerza persuasiva. Hablaré de ello en el “Journal des Poètes” al mismo tiempo que de las traducciones de Verhesen.
¿Y cómo va usted? ¿Ha trabajado bien?
En cuanto a mí, he pasado buenas vacaciones en el Sur y en Italia. Ahora he vuelto a la tarea. Mi libro L’Étoile du Verger, saldrá en los muy próximos días y le llegará pronto.
No olvide de pensar en mi colaboración eventual a uno u otro periódico o (revista) de América o de toda otra misión: usted conoce las razones. Y gracias anticipadas. ¿No vendrá usted a Bruselas esta estación? Finalmente no es tan lejos… y muchos amigos estarían encantados de conocerle.
Deme sus noticias mi querido Jorge.
Mi abrazo, siempre afectuoso.
f) Edmond
(1) El libro Les clefs du feu, traducción de Robert Ganzo -ver su correspondencia (G1-G8JCA y JCA-G1)- París, 1949, idem nota 2 (presentación) y el Volcán y el Colibrí Autobiografía, Jorge Carrera Andrade, ya citado; pág. 198, así como Jorge Carrera Andrade, Memorias de un Testigo, A. Darío Lara, ya citado tomo I; págs. 66 y 74 y tomo II; págs. 247-248.
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Mi querido Jorge:
Le agradezco de todo corazón por su hermoso libro Aquí yace la Espuma (1), del que conocía ya algunas páginas. Le ruego encontrar bajo este pliego, un artículo de conjunto que acabo de publicar en la página literaria de “Soir” (2).
¿Y cómo va usted? Mucho he lamentado su partida de Europa, sin haber tenido el placer de abrazarle. ¿Tendré entonces que ir al Ecuador para hacerlo? Pero ¿cuándo tendré esta suerte?
Deme sus noticias ¿Va a tomar otro puesto diplomático? Le estrecho la mano fraternalmente, querido Jorge (3).
f) Edmond
(1) El Volcán y el Colibrí Autobiografía, Jorge Carrera Andrade, ya citado; pág. 206 y Jorge Carrera Andrade Introducción al Estudio de su Vida y Obra, Enrique Ojeda, ya citado; págs. 289-292. Además, conviene poner de relieve que este libro fue editado también en Francia.
(2) Como tantos otros artículos sobre la poesía de Jorge Carrera Andrade quedará desconocido por falta de una investigación en la prensa europea, a menos que se lo encuentren en los archivos de Stony Brook. “Letras del Ecuador” publicó un artículo: “Los libros en 1950. Aquí yace la espuma”; enero 1951.
(3) De regreso al Ecuador, después de su misión en Londres, poco tiempo colaboró en el Ministerio de Relaciones Exteriores Exteriores, del que se separó por su renuncia irrevocable, in: Jorge Carrera Andrade, Memorias de un Testigo, A. Darío Lara, ya citado, tomo I; pág. 129. En el mes de marzo de 1950, en “La Vie Littéraire de Bruselas”, Ed. Vandercammen escribe un elogioso artículo sobre la poesía de Jorge Carrera Andrade; se refiere a Poèmes choisis, a Llaves del Fuego.
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– Uclle, el 12-4-50
Mi querido Jorge:
Hace largo tiempo que estaba sin noticias suyas, pero el envío de su antología constituye una señal preciosa de su amistad. Es una admirable obra, un panorama maravilloso de la poesía francesa de hoy. Para componerla, era necesario ser el poeta que es usted y conocer, como usted, y las obras y la lengua. ¡Bravo! Y gracias de haberme consagrado buen número de páginas entre los más bellos nombres. No dejaré de hablar de ella en el Journal des Poètes.
¿Y cómo está usted querido amigo? ¿Ha dejado definitivamente la diplomacia? De todas maneras, usted hace un gran trabajo en la Casa de la Cultura (1).
Acabo de traducir una pequeña obra, con de Miomandre, de Dora Isabel Rusel. Le envío por el mismo correo. En la estación próxima publicaré un volumen mío. Comienzo a reunir los materiales para una gran Antología de la poesía hispanoamericana de hoy. Tengo un Lope de Vega, trabajado con Verhesen, que se publicará en Silvaire, en París, el otoño próximo.
A fines del mes de mayo, estaré en Sicilia, invitado con Carême al Festival de Federico 2º. Espero permanecer allí para pintar, durante algunas semanas.
Deme también sus noticias. ¿Cuándo volveremos a vernos? ¿Cuándo volverá a Europa? ¿Cuándo podré volver a ver la América Española?
Le abrazo, fraternalmente, querido Jorge.
f) Edmundo
P.S. ¿Siempre está Paz Castillo Embajador de Venezuela en Quito? Si usted lo ve salúdele amistosamente. Saludos también a los amigos poetas del Ecuador. ¿Cómo está Humberto Salvador? de quien no tengo noticias.
(1) Subrayado por el autor.
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– Uccle, el 25 de abril de 1952
Mi querido Jorge:
Gracias por haberme dado sus noticias. Estoy feliz de conocer que, aunque cambiando de empleo, le es posible servir todavía a la cultura con todo su entusiasmo y su ciencia.
Sírvase pues encontrar bajo este pliego la traducción de su poema destinado a la revista “Marginales” (1). Hágame el placer de devolvérmelo a vuelta de correo y con sus eventuales correcciones. Ayguesparse reclama la copia (2).
Por este mismo correo, le envío mi libro La Porte sans Mémoire, con la esperanza de que le agradará. Le añado un número del “Journal des Poètes” que contiene mi artículo sobre su magnífica antología. (Adivino que no lo ha recibido, ya que no me habla de él).
Yo asistiré la semana del 5 de mayo al banquete ofrecido a Paul Fort, en ocasión de sus ochenta años, en el restaurante de “La Coupole”(3). ¿Tal vez tenga la suerte de encontrarle allí?
Hasta pronto, querido Jorge y siempre fielmente suyo.
f) Edmundo
(1) Subrayado del autor.
(2) Albert Ayguesparse, poeta belga del grupo de amigos de Jorge Carrera Andrade, ver su correspondencia: A4-A9JCA, así como El Volcán y el Colibrí, Autobiografía, Jorge Carrera Andrade, ya citado; pág. 213.
(3) Célebre restaurante del barrio de Montparnasse, in: Jorge Carrera Andrade, Memorias de un Testigo, A. Darío Lara, ya citado, tomo I; págs. 66–74 y págs. 292-298.
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– ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA (1)
30 de Junio de 1952
Querido poeta y amigo:
Acabo de leer sus poemas de la PORTE SANS MÉMOIRE y no puedo resistir al deseo de escribirle para decirle la profunda emoción y el alto peso estético que ellos me han causado. Veo que Ud. se encuentra en una inmarcesible plenitud poética y que ha conquistado la maestría de su instrumento verbal y expresivo. Nuevamente, su “Naissance du Poème” –cuya dedicatoria me honra y enaltece como un verdadero laurel apolíneo- despierta mi admiración por su sentimiento austero y hondo como también por su tono definitivo, entre la realidad y el sueño. Mas, donde llega Ud. a la cumbre de lo transcendental y lo inefable es en “Paroles pour l’Épouse”, pequeño compendio lírico de la grandeza del hombre que filosóficamente vuelve las espaldas a lo monumental y desmesurado del mundo para cantar, humilde y noblemente, a la vida sencilla, familiar y cotidiana: a la piedra y al agua, es decir a las realidades eternas y elementales.
Su libro en conjunto está envuelto en una delicada atmósfera elegíaca. Es la elegía del cuerpo salvado por el ángel. En esa atmósfera, las palabras son justas, musicales, livianas, y componen un lenguaje que parece fácil y fluyente, por gracia de su propia naturalidad. Ese es el lenguaje de la poesía eternal que se hace casi canción, casi suspiro, como en ciertas romanzas verlainianas.
Hay, sin embargo, en su libro, un elemento de misterio indescifrable: la obsesión de la mano. La mano aparece de modo fantasmal en numerosas estrofas. ¿Es el esfuerzo humano? ¿Es el arte? ¿Es la humilde servidora del hombre, aquella que le ayuda a vivir? ¿Es lo que nos ata al mundo material? No lo sabemos; pero ella está presente hasta en la inmovilidad: “Je sais bien qu’elle est là cette main fabuleuse habituée à mon silence…” (2).
Tenga Ud. la seguridad, querido Edmond, que yo tendré siempre la “mémoire” (memoria) de la puerta que Ud. acaba de abrir hacia las más hermosas perspectivas de la poesía eternal… Me parece que Ud. ha conquistado una especie de santidad poética. De santidad laica que quiere decir excelsitud espiritual sin ritualismo: “Le jour va-t-il s’agenouiller comme autrefois au bord d’une fontaine?”.
Le estrecha la mano con afectuoso fervor.
f) Jorge Carrera Andrade
– Edmond Vandercammen
41, calle Papenkasteel
Bruselas 18.
(1) Mismo encabezamiento que la carta anterior.
(2) En pocas cartas como ésta se podrá apreciar la alta calidad crítica cuando un gran poeta juzga a otro, su par.
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Uccle, el 31-12-52
Mi querido Jorge:
De todo corazón gracias por el envío de Dicté par l’eau. ¡Bravo! Sustanciales poemas, bien traducidos, en una colección que honra a Seghers. Hablaré de todo aquello más ampliamente, en una de mis próximas crónicas. Aprovecho de esta oportunidad para dirigirte mis votos los más afectuosos: salud, felicidad familiar, alegría en la creación poética. Tengo mucho trabajo. Acabo de ser elegido como Miembro de la Academia Real de la Lengua y de Literatura francesas de Bélgica (1). Nunca he buscado los títulos -lo sabes- pero éste me será particularmente útil en mis relaciones con los países de lengua española y obtendré misiones con mayor felicidad. No te olvides de decir a Seghers que estoy siempre a su disposición para una traducción en esta colección: Autour du Monde (2). Espero ir a París a comienzos de febrero: te lo señalaré. Te estrecho la mano fraternalmente, mi querido Jorge.
f) Edmundo
(1) Como Edmond Vandercammen, Fernand Verhesen fue incorporado a la “Academia Real de Lengua y Literaturas Francesas” de Bélgica. En carta manuscrita de 15 de junio de 1974, (en que se notan ya los estragos de su enfermedad), Jorge Carrera Andrade felicita calurosamente por los magistrales discursos pronunciados por sus dos amigos. Es su última carta conocida a los dos poetas amigos.
(2) Subrayado por el autor.