Por Catherine Lara*

Uno de los principales elementos que llegaron a caracterizar la percepción legendaria de la Amazonía creada por los colonizadores españoles a raíz de la conquista es sin duda alguna la idea de “El Dorado”. Las condiciones geológicas y geográficas de la Amazonía justifican de hecho la presencia de numerosos placeres auríferos y minas de metales variados en la zona. No obstante, se ha generalizado la idea según la cual las culturas locales no valoraban estos metales desde un punto de vista cosmológico, y preferían más bien intercambiarlos por otros productos originarios de la serranía, en donde los metales sí eran asociados a funciones simbólicas. Efectivamente, y si bien la arqueología amazónica es relativamente joven todavía, los artefactos de metal no abundan en la región. En la Amazonía austral del actual territorio del Ecuador, la presencia recurrente de hachas de metal llama no obstante la atención. Las hipótesis más comúnmente aceptadas plantean que éstas provienen de las tierras altas y son el resultado de intercambios.

Desde un punto de vista cultural, la Amazonía ha sido a menudo percibida como un espacio marginal en relación con los Andes, ajeno a manifestaciones de complejidad social o tecnológica entre otros. No obstante, investigaciones relativamente recientes están demostrando que la Amazonía habría sido en realidad un verdadero crisol caracterizado por complejas y dinámicas interrelaciones culturales. En este sentido, el aporte de la Amazonía en el desarrollo de la metalurgia andina es un ámbito que queda aún por ser estudiado, y que aportará sin duda al entendimiento de estos procesos de intercambio cultural entre espacios geográficos. Con la intención de ilustrar la riqueza y la complejidad de estos fenómenos novedosos para la arqueología de la llamada “Área Intermedia”, se escogió en esta ocasión como pieza del mes, un hacha cañarí-amazónica.

La pieza fue encontrada por un campesino en una finca aledaña a la cuenca baja del río Cuyes (provincia de Morona Santiago, cantón Gualaquiza, parroquia Nueva Tarqui). Se trata de un hacha de bronce arsénico, de 19.5 cm de ancho por 12.6 cm de alto aproximadamente, y cuyo espesor oscila entre 3 y 5 mm. Su forma en T, con cabeza fina de extremidades alargadas, eje central relativamente grueso y base alargada rectangular, evoca la silueta de un champiñón. De lado y lado de la cabeza –ancha y ovalada – figuran catorce motivos grabados que recuerdan el trazado de las letras P o R mayúsculas. El cuerpo de la pieza es un rectángulo que presenta cuatro oquedades en forma de rombos, rodeadas a su vez por ocho oquedades triangulares. La base del cuerpo es por su parte un rectángulo alargado, que evidencia dos oquedades adicionales.

De acuerdo a su materia prima y su forma, esta hacha se podría asociar a la cultura añarí. Efectivamente, el color oscuro/rojizo de la pieza responde al tipo de bronce identificado en la mayoría de hachas preincaicas halladas en el Ecuador, esto es, el bronce arsénico (Hosler et al., 1990) y más particularmente, a la morfología de las hachas cañaris encontradas en la región de Zaruma (museo Municipal de Zaruma), así como de varias localidades del Azuay y de la región de Azogues por Rivet (colección del Musée du Quai Branly).

Por otra parte, los motivos decorativos geométricos del cuerpo de la pieza –especialmente los rombos (Meyers, 1998) y su disposición en un patrón ajedrezado (Idrovo, 2000)- podrían sugerir cánones estilísticos incaicos, por lo cual tampoco se descarta que esta pieza sea de tradición inca local.

Esta heterogeneidad de influencias refleja la naturaleza cultural del sector: el valle del río Cuyes se ubica efectivamente en las estribaciones orientales de la cordillera, es decir, en una zona de frontera entre Andes y Amazonía. Investigaciones recientes llevadas a cabo en la región revelaron que ésta fue ocupada al menos desde el Formativo tardío (Lara, 2010; Ledergerber, 2008). Se trata de un área que revela una monumentalidad imponente, caracterizada por la presencia de fortalezas, recintos habitacionales, quizá ceremoniales, así como abundantes terrazas agrícolas. La cerámica encontrada en asociación a estas estructuras sugiere su asociación a las culturas cañarí y shuar. En el caso de la Amazonía asociada al “país añarí” más precisamente, Idrovo (2000) recalca que los Incas tuvieron poca influencia. En el valle del río Cuyes, a pesar de la presencia de numerosos placeres auríferos, la evidencia etnohistórica e arqueológica encontrada de momento tampoco evoca una ocupación inca importante del sector. En términos generales, se conoce poco acerca de la presencia inca en el mundo amazónico en general. No obstante, desde una perspectiva comparativa (Berthelot, 1986; Oberem, n/d; Pärssinen y Siiriäinen, 2003), la hipótesis actualmente más aceptada es que por motivos culturales principalmente, los Incas estuvieron presentes en la Amazonía de forma indirecta, mediante estrategias de alianzas e intercambio.

En este contexto, cabe destacar el hallazgo de un tumi en el sitio El Cadi, aledaño a la zona en donde fue encontrada el hacha añarí-amazónica. Se trata no obstante de una pieza totalmente distinta a esta última, tanto por el tipo de metal utilizado como por la forma. Efectivamente, en base al análisis mineralógico llevado a cabo por Hosler (en Ledergerber, 2008), se observa que este tumi corresponde a bronce estannífero. Según las investigaciones de Lechtman, el bronce estannífero fue difundido en los Andes Septentrionales (en donde se utilizaba el bronce arsénico) por los Incas, como parte de su estrategia de dominación política (Lechtman, 1980). En cuanto a su forma, el tumi de El Cadi difiere totalmente del tipo de hachas cañaris más comúnmente conocidos, evocando más bien los tumis de la costa norte del Perú: cabeza relativamente maciza pero con extremidades cortas y ligeramente redondas, eje central cuya base se alarga en forma de triángulo de ángulos redondeados; ancho de las extremidades proporcional al de la base. La presencia de esta pieza en el valle del río Cuyes iría en el sentido de la hipótesis mencionada más arriba acerca de las dinámicas interregionales de alianzas e intercambios de objetos que caracterizan este tipo de zonas, en este caso en relación a poblaciones incas y/o culturas de la costa norte del actual territorio del Perú.

El tumi de «El Cadi» (9,6 x 11,4 x 0,6)

En términos generales, la función de las hachas precolombinas encontradas en el Ecuador es motivo de debate (Hosler et al., 1990). Hosler resume la discusión en estos términos: según Salomon (1980), las hachas eran esencialmente símbolos de riqueza entre las élites cañarí. Si bien Hosler reconoce este punto, agrega que no se contradice con la posibilidad de que antes de ser enterradas, estas hachas hayan tenido un uso funcional. La autora sustenta su planteamiento en los análisis metalográficos llevados a cabo por Scott en hachas de la Sierra ecuatoriana (incluyendo Cañar y Azuay), los cuales revelaron la presencia de huellas de uso en la mayoría de piezas estudiadas. Según Hosler este doble uso funcional y simbólico de las hachas es recurrente tanto en la Costa como en los Andes del actual territorio del Ecuador. Desde este punto de vista, es poco probable que el hacha del Cuyes haya tenido una utilidad funcional únicamente: se caracteriza efectivamente por una decoración incisa fina en la base de la cabeza, mientras que su color oscuro sugiere bajos niveles de arsénico (mientras más arsénico contiene una pieza, mayor su resistencia y por ende, su manejo dentro de un contexto utilitario y cotidiano [Hosler et al., 1990]).

*(Contribución publicada en la sección «Interpretación del Icono» del portal Arqueología Ecuatoriana, enero del 2011)

BIBLIOGRAFÍA

Berthelot, Jean. «The extraction of precious metals at the times of the Inka», en Anthropological history of Andean polities, John V. Murra; Nathan Wachtel, Jacques Revel eds., Cambridge University Press & Éditions de la Maison des Sciences de l’Homme, pp. 69-88. Estados-Unidos, 1986.

Hosler, Dorothy; Heather Lechtman, Olaf Holm. Axe monies and their relatives, Dumbarton Oaks Research Library and Collection. Washington D.C., 1990.

Idrovo, Jaime. Tomebamba: arqueología e historia de una ciudad imperial. BCE, Dirección Cultural Regional Cuenca. Cuenca, 2000.

Lara, Catherine. “Nuevos aportes y perspectivas en la arqueología del río Cuyes”, en I Encuentro de Arqueólogos del Norte de Perú y Sur del Ecuador: Memorias, cátedra abierta de Historia de Cuenca y su región ed., pp. 121-136. Cuenca, 2010.

Ledergerber, Paulina. “Sur Oriente Ecuador: apropiación de paisajes a partir del Periodo Formativo Temprano”, in Miscelánea Antropológica Ecuatoriana, Segunda Época, Año 1 – N°1, Boletín de los Museos del Banco Central del Ecuador. Guayaquil, 2008.

Meyers, Albert. Los Incas en el Ecuador: análisis de los restos materiales II, Abya-Yala; Banco Central del Ecuador. Quito, 1998.

Oberem, Udo. Los Quijos: historia de la transculturación de un grupo indígena en el Oriente ecuatoriano, Instituto Otavaleño de Antropología. Otavalo, n/d.

Pärssinen Martti; Ari Siiriäinen. Andes Orientales y Amazonía Occidental, ensayos entre la historia y la arqueología de Bolivia, Brasil y Perú, Producciones CIMA. La Paz, 2003.

Salomon, Frank. Los señoríos étnicos de Quito en la época de los Incas, IOA. Otavalo, 1980.

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