ANTECEDENTES
Estudios sobre el camino inca fueron realizados por los extranjeros (Hyslop, 1984; Espinosa Reyes, 2002; Fresco, 2004 y Hocquemghem, 2009). Estas investigaciones incompletas y con distorsiones1 que tendrán que rectificarse a futuro; son sin embargo complementarias y permiten al Ecuador tener muy buenas referencias de la vialidad precolombina, colonial y republicana.
Ninguno de los autores citados registró el Cápac Ñan al sur de Pumapungo, por lo que procedimos a realizarlo con el fin de que fuera conocido, preservado y divulgado por la historia local.
No nos detendremos en destacar la grandeza y tecnología de los caminos, de sus tambos y de la importancia socioeconómica y cultural, puesto que ya lo han hecho cronistas tempranos y también han sido abordados expertos modernos. Nuestro objetivo es procesar la información existente y generar nuevos conocimientos, que perduren en la memoria de la cultura local.
Los senderos antiguos de Cuenca, dejaron de ser utilizados parcialmente hace sesenta años, cuando la ciudad empezó a construir carreteras para automóviles que le permitieran comunicarse fuera de la provincia.
La destrucción generalizada de estos bienes culturales, so pretexto de un malentendido “desarrollo” junto a la impavidez e ineficacia de las instituciones culturales, encargadas de investigar, rescatar y difundir dichos bienes; ha hecho que esos senderos y otros conexos, desparezcan casi para siempre.
OBJETIVO:
Determinar y referenciar geográficamente la principal vía inca, que saliendo desde Pumapungo se dirigía a Cuzco, hace más de quinientos años.

INVESTIGACION
Mediante un trabajo de campo se pudo determinar en la parroquia de Cumbe, al sur de de la ciudad de Cuenca, segmentos de senderos en dos ramales antiguos de la época precolombina. Para el estudio, nos basamos en una bibliografía básica, en versiones de informantes y nos guiamos por las cartas topográficas de Gualacéo y Sígsig de 1969, que contienen información anterior a cuando se abrieran carreteras modernas en el sector. Las coordenadas fueron registradas con GPS: “hdd mmm, mm”. El área prospectada se encuentra parcialmente en espacios despoblados y es de aproximadamente veinticinco kilómetros. Los segmentos registrados oscilan entre diez y trescientos metros de largo.
Exploramos los senderos existentes, tomando en consideración varios indicadores y parámetros que identifican a una vía inca. En este caso, siguen una línea norte sur, generalmente mantienen una medida estándar de cuatro metros, presentan alto grado de erosión debido al intenso tráfico de más de quinientos años y atraviesan lugares con toponimias vinculadas a la lengua quichua. El camino atraviesa alturas superiores a los 3.000 msnm, en las zonas despobladas, no lleva empedrado el piso ni tampoco muros laterales, puesto que no era funcional; sí es evidente, en lugares poblados de menor altura, donde generalmente se practicaba la agricultura.
I TRAMO, SAN CAPAC-TACADEL
La toponimia San Cápac está ubicada al sur de la actual ciudad de Cuenca en donde comienza nuestro estudio; su nombre nos recuerda al gran Huayna Cápac de donde seguramente el sitio tomó tal calificación. El arribo de los españoles con una profunda tradición religiosa a los santos, probablemente influyó en los habitantes del lugar, que elevaron a Huayna Cápac, que ya era venerado en vida en todo el Imperio, a la categoría de santo. En el sector existen además de una quebrada llamada San Cápac, una colina con el mismo nombre, que indicaría la importancia del sector.
Loma Cápac, forma parte de un cerro más alto llamado Pupucsha de 3.164 msnm. Al parecer este lugar era un centro ritual inca, al que se accedía por un sendero de tierra roja, ahora muy erosionado por su antiguo trajinar; paralelo se observa también, una pequeña acequia que desvía las aguas lluvias y que protege al camino. Actualmente se encuentra una cruz2 grande de madera a los 3.050 msnm, en las coordenadas S. 30 80.63 y W. 78 99.672. Al pié de la Loma, se ha levantado una moderna capilla católica.
Informantes del lugar recuerdan la existencia en el sector de un “Ingapirca”, hoy inexistente y del que seguramente sus habitantes utilizaron las piedras, para construir los cimientos de sus modernas casas.
El camino ya carrosable, sigue hacia Loma Huayrapungu por donde pasa el sendero original sobre tierra roja de cuatro metros de ancho; algo erosionado y profundo, se encuentra a 3.099 msnm en las coordenadas S.3 09.027 y W.78 99. 581.
Más adelante, el sendero cruza la vía moderna Cumbe-Jima, sobre la cual se ubica, una casa baja de un solo cuarto techada de teja a 3.077, coordenadas S. 3 11.118 y W.78 99.706. Sigue el camino por una pendiente de rocas erosionadas de diez metros de ancho a 3.123 msnm, coordenadas S.3 11.556 y W.78 99.754.
Continúa hacia Loma Lapla a 3.122 msnm, coordenadas S. 3 11.556 y W.78 99.854 en donde termina el sendero y se sobrepone la vía moderna. Más adelante, se lo vuelve a ver a cuatro metros de altura en un corte de la actual vía Cumbe-Jima a 3.178 msnm, coordenadas S.3 13.758 y W.79 00. 286. Desde este lugar hacia el otro extremo al que llamaremos Mariviña3, tiene unos trescientos metros de largo y se encuentra cubierto de matorral, el punto registrado se encuentra a 3.214 msnm, en las coordenadas S.3 14. 036 y W. 79 00.188.
Fragmentos de la calzada pueden observarse a lo largo de vistosos parajes andinos hacia Jima y Tarqui, con pajonales y bosques nativos a 3.323 metros, coordenadas S.3 15. 818 y S.79 00. 875. Un boscaje con árboles de diez metros de alto se encuentra a 3.338 msnm, coordenadas S. 3 16. 064 y W.79 01.024. Se lo ve luego en una suave pendiente de rocas erosionadas de ocho metros de ancho a los 3.369 msnm, coordenadas S. 3 16. 297 y W. 79 01.307. Más adelante, continúa a 3.393 msnm, en las coordenadas S. 3 16. 383 y W. 79 01.387.
Con tres metros de profundidad se lo ve cubierto de vegetación a los 3.434 msnm, en las coordenadas S. 3 16. 725 y W. 79 01. 898. En Millima Cruz aparece a 3.446 metros, coordenadas S. 3 16. 794 y W.79 01. 873. Sigue a 3.465 metros, en las coordenadas S. 3 16. 824 y W.79 02. 000.
Un segmento al que llamaremos de la Cruz por estar tallada en la pared lateral del camino, encontramos un trozo de cuatro metros de ancho a 3.474 msnm; siendo el punto más alto registrado en este tramo, sus coordenadas son S. 3 17. 030 y S. 79 02. 452. Desde aquí en días despejados, se puede observar al norte el cerro Pillachiquir, en donde la Misión Geodésica Francesa hizo el trazo de las triangulaciones en el siglo XVIII; más al norte se observa a simple vista también al cerro Verde, Cojitambo y el Abuga, cerca de Azogues.
Termina el estudio del primer tramo, en un bosque de pinos sobre unas rocas duras y rugosas producidas por el intenso tráfico, el mismo que se encuentra junto a un pequeño pozo de agua, a una altura de 3.447 msnm, en las coordenadas S. 3 17. 501 y W. 79 02. 862. En este lugar, existen unas minas de roca dura de propiedad privada. El camino ha sido gracias a un portón de hierro que interrumpe el paso vehicular, se ha conservado lo poco que todavía queda de este gran camino y de este hermoso paisaje cultural y natural ubicado al sur de Cuenca.
Algo muy conmovedor, es que por estos viejos caminos en el mes de septiembre, transitan todavía a pié doscientos kilómetros, los romeriantes de Cañar y Azuay, para visitar a la Virgen del Cisne en Loja, les toma cuatro días la travesía. Probablemente se trataba de alguna huaca precolombina de larga distancia.

II TRAMO, LOMA HUAYRAPUNGO-“INKAHUASI”.
Este tramo sinuoso y al parecer de origen pre inca, parte desde el Cápac Ñan ubicado en Loma Huyrapungo, pasa cerca del cerro “Caushín”, una colina escalonada y de ubicación estratégica, que pudo ser centro ritual o pucará pre inca. Entre la moderna vía cercana al cerro “Caushín” y al sendero de acceso, ubicamos un sitio arqueológico a 2.952 msnm, coordenadas S. 3 08. 295 y W. 79 00. 080, un corte en el borde de la carretera deja ver claro en la estratigrafía del sitio, fragmentos cerámicos dispersos.
El camino de cuatro metros de ancho con muros laterales de piedra, baja al riachuelo del centro de Cumbe y asciende al cerro “Mirín”, otro cerro escalonado ritual o pucará ubicado al frente del cerro “Caushín”. En este sitio, se pudo determinar en los años 80s., terrazas artificiales que estaban cubiertas de millones de huesos fragmentados, no se pudo identificar si pertenecían a humanos o animales. Cerca a este sitio, en un corte lateral del viejo camino se pudo encontrar también abundante cerámica con huesos de la cultura Tacalshapa. En los años 90s., visitamos el sitio a pié con la arqueóloga Karen Bruhns de la U. de San Francisco, pero ya no quedaba nada. En la década del 2.000, lo hicimos también con la antropóloga Lynn Hirshckind, encontrando nada más que algunos fragmentos cerámicos, ya se llegaba en vehículo motorizado al lugar.
Siguiendo el camino abierto recientemente con tractor, un tanto paralelo y alejado de la vía asfaltada Cumbe Loja, se pasa al pajonal ventoso y frío hasta hoy despoblado, en donde se observa intacto un segmento de camino de seis metros de ancho muy erosionado a causa el intenso tráfico que ha tenido antiguamente; es probable que por este camino accedieran al pajonal los pastores de llamas que abastecían de lana a los telares para la fabricación de las finas fajas llamadas “chumbes”, que hacían los mitimaes incas en Cumbe.
El camino continúa hasta el sector de Tacadel, en donde se encuentra el “Inkahuasi”, un tambo simple pero no menos importante. La estructura rectangular dividida en cuatro partes iguales, se encuentra ubicada a 3.394 msnm, mide por el lado Este 22 metros y por el Norte, 40 metros. Los muros bajos de roca calcárea y dura, son originarios del lugar; los bloques irregulares brevemente tallados, revelan un incipiente almohadillado de clara filiación inca.
Sobre este tambo, tenemos una referencia temprana del 22 de abril de 1580, que dice: “… Pedro González de Acosta vecino y rregidor de esta ciudad…pide se le haga merced de un sitio para tener unas vacas en el valle de Tarqui como vamos el camino de Xiron por el dicho valle a mano izquierda del dicho camino, más acá buen rrato de la estancia de Gonzalo Rrodríguez, en unos paredones viejos de tiempo del Ynga, por arriba del camino…” (Archivo Municipal Cuenca -Xerox del Ecuador, S.A. 1988, 332). Se puede inferir entonces que, para 1580 el tambo de Mariviña al pié del cerro Gulashí ya estuvo funcionando y que los paredones viejos de tiempo del Inga, ya estaban abandonados, por lo que presumimos que el tambo “Inkahuasi” fue construido antes.
El camino a Girón y hacia la Costa ya existía desde el incario, este partía del Capac Ñan a mediana altura en la colina de Gapal, pasaba por la huaca de la Luna (Guacanguilla), luego al santuario de Turi, desde donde bajaba a Gusho y cruzaba el río Tarqui con dirección hacia Narancay, seguía paralelo al río Tarqui hasta el Portete de Tarqui y continuaba su ruta junto al río de Girón, a Yunguilla con destino a Tumbes. Desde Gapal, igualmente partía el antiguo camino a Paccha, Sígsig y Gualacéo.
La existencia de un tambo al final del tramo II, revela la importancia que tuvo en su tiempo tanto el sendero como la posada. El antiguo albergue, actualmente es de propiedad privada y pertenece a dos dueños, una cerca de alambre lo divide; se ha sembrado pinos sobre la estructura que se encuentra parcialmente destruida y se pretende construir junto, algún disparate turístico, que a la postre acabará con ese bien cultural común.
DESTRUCCION
En los años 80s., INECEL realizó el sistema interconectado eléctrico del Ecuador, abriendo con tractor un camino que facilitaba colocar las pesadas torres metálicas a lo largo del Tinajillas, destruyendo de esta manera el sendero antiguo del tramo I.
Para los años 90s. la comunidad de Cumbe también pasó tractor sobre el otro tramo II que atravieza el centro parroquial, desde el “Mirín” al tambo “Inkahuasi”, destruyendo las evidencias antiguas de este tramo.
Miembros de las comunidades rurales apoyados por los Gobiernos Provinciales, y Municipalidades, han destruido casi todas las vías principales antiguas existentes en Cuenca y la provincia del Azuay.
No existen personas ni instituciones locales o nacionales, encargadas de investigar, proteger y difundir este grandioso patrimonio cultural. La UNESCO proyectaba hace algunos años, declararlo Patrimonio Mundial, pero no se ha concretado nada todavía.

Hacen falta evidentemente leyes severas y reglamentos concretos, que permitan rescatar lo poco que aún queda. Los dueños de terrenos colindantes a cualquier camino público antiguo o conexo, no pueden apropiarse de ellos, puesto que constituyen bienes públicos. Los nuevos caminos de requerirse, tendrán que abrirse paralelos a los antiguos, para no destruirlos. Las autoridades o instituciones han de estar pendientes para cumplir y hacer cumplir las leyes y reglamentos si los hubiere; caso contrario, deberán de hacerlo. La falta a estas disposiciones, por parte de autoridades o dueños de terrenos colindantes a los caminos, ha de ser escarmentada con la destitución de sus cargos, multas, prisión y restitución del bien destruido; a la final, todos somos responsables de lo que hacemos o dejamos hacer.
CONCLUSIONES
El Cápac Ñan en Cumbe se dividía entonces en dos ramales, el Tramo I que pasaba por la cordillera alta de Tinajillas a Tacadel y el Tramo II, que desde Huayrapungo bajaba a Cumbe y ascendía al “Inkahuasi”.
Probablemente los incas continuaron utilizando el anterior camino Tacalshapa del tramo II, hasta que posteriormente en tiempos de Huayna Cápac se abriera el tramo I por el Tinajilas, el mismo que mantiene niveles regulares de altura y es más directo. Es factible por lo tanto que el tramo I, fuera construido más tarde que el tramo II.
Por otro lado, la existencia de dos tambos próximos entre sí, el de “Mariviña” y el “Inkahuasi”, sugieren dos épocas diferentes. Los dos tambos se encuentran aproximadamente a una jornada de camino desde Pumapungo, lo que no tiene lógica si los dos, perteneciesen a la misma época.
La existencia de dos tramos de senderos no es extraña en Los Andes, lo exploramos con Hyslop al norte de Pumapungo entre Ricaurte y Déleg (Hyslop 1984: Figure 2.1) y Espinosa Reyes, refiere otros casos similares a lo largo de todo el Perú. Sobre ellos incluso, se han vertido diversas interpretaciones.
Aspiramos a que esta información redunde positivamente en el conocimiento cultural, ambiental y turístico del lugar y esperemos que su conservación, genere recursos económicos, que incidirán en el desarrollo socio-económico-cultural del lugar.
Finalmente una reflexión, no nos imaginamos siquiera, que todo lo que se construyó con tanto esfuerzo por muchas generaciones y se mantuvo intacto por más de quinientos años; su propia gente, lo haya destruido en tan pocos días y para siempre. Afortunadamente, quedan todavía entusiastas dedicados a proteger esta fastuosa obra humana, a quienes invitamos adherirse a esta noble causa, en procura de su conservación.
BIBLIOGRAFIA:
Archivo Municipal (Cuenca)-Xerox del Ecuador, S.A. 1988. Cuarto Libro de Cabildos 1575-1576,1577-1578.Versión del Dr. Juan Chacón Z. Cuenca: Archivo Municipal (Cuenca)-Xerox del Ecuador S.A.
Archivo Municipal (Cuenca)-Xerox del Ecuador, S.A. 1988. Quinto Libro de Cabildos 1579-1585.Version del Dr. Juan Chacón Z. Cuenca: Archivo Municipal (Cuenca)-Xerox del Ecuador S.A.
Espinoza E., José Luis. 2003. «Cuenca, caminos y puertos». El Mercurio, septiembre 28 del 2003. Sección 1B Cuenca Patrimonio de la Humanidad, Cuenca.
Espinoza E, José Luis. 2011.»Tomebamba la Provincia Inca: Replanteamiento Histórico». En: Revista Coloquio, año 13, Número 50, 2-9. Cuenca: Universidad del Azuay.
Espinosa Reyes, Ricardo. 2002. La Gran Ruta Inca, el Capaq Ñan. The Great Inca Route,the Capac Ñan. Lima: Petróleos del Perú.
Fresco, Antonio.2004. Ingañan, La Red Vial del Imperio Inca en los Andes Ecuatoriales. Quito: Banco Central del Ecuador.
Hyslop, John. 1984. The Inca Road System. New York: Academic Press.
Hocquemghem, Anne Marie, José Poma, Lorena Salcedo. 2009. La Red Vial Incaica en la Región Sur del Ecuador. Loja: Universidad de Loja.
Gualacéo.1969. CT-ÑV-E3, 3885-III, Serie J721: Quito: Instituto Geográfico Militar.
Sígsig.1969. CT-ÑVI A1-3884-IV, Serie J721. Quito: Instituto Geográfico Militar.
NOTAS
1 Autores como Fresco sostienen que el importante centro inca de Pumapungo tenía algunas salidas para Loja, cuando en realidad hubo una sola, como corroboran las numerosas citas del Libro de Cabildos de Cuenca. El camino a Loja, llamado “rreal” en la Colonia, era el mismo sendero inca que pasaba por el actual río Tomebamba hacia la iglesia del Vergel, en donde los españoles construyeron un puente de cal y piedra en 1587 y era conocido en 1950 como el puente Huayna Cápac. Seguía por la calle de Las Herrerías y cruzaba el puente de Ingachaca sobre el río Yanuncay, en donde constatamos con Hyslop la existencia de un estribo del puente inca. Antes de ascender a la colina de Gapal (escuela Fé y Alegría) que para entonces pertenecía a Paccha, pasaba por el pié de Loma Yahuarcocha y seguía a Gullanzhapa para continuar rumbo a San Cápac. Las actuales Av. Solano y Av. Loja fueron enderezamientos posteriores y responden al crecimiento urbano de Cuenca.
2 En el primer Concilio Provincial de Lima convocado por el Arzobispo Jerónimo de Loayza en 1551, se dispuso construir iglesias sobre las huacas o al menos había de colocarse una cruz cristiana sobre ellas. El Concilio Obispos de Quito en 1570 ratificaba poner cruces en la huacas y adoratorios indígenas, en las juntas de caminos, a la entrada y salida de los páramos, en el nacimiento de fuentes y lagunas, cerros altos, etc. Por 1575 el Virrey Francisco de Toledo prohibió algunos ritos incas y ratificaba, poner cruces u otros signos cristianos sobre las casas, costumbre que se mantiene hasta hoy en la ciudad de Cuenca y la provincia del Azuay.
3 Mariviña era el tambo ubicado en ese lugar; en mayo 7 de 1576, el Cabildo cuencano delegaba a Juan Mejía de Heredia Regidor, para que “rreciba” al nuevo Corregidor de Cuenca, como de costumbre lo hacían. Nótese la doble “rr” de reciba, una costumbre del hablar colonial muy arraigado hasta hoy en la cultura cuencana y azuaya. (Archivo Municipal (Cuenca)-Xerox del Ecuador, S.A. 1988. Cuarto Libro de Cabildos 1575-1576,1577-1578 fv.).
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