LA GUERRA DE LAS ESTRELLAS
En la IDE, la primera fase concierne a la intercepción de misiles atómicos enemigos en los cuatro o cinco minutos que siguen el lanzamiento. El Sr. Brzezinski y dos altas personalidades prevén ya la instalación de cien satélites geosincrones y diez satélites de baja altitud. Esta primera etapa sería operacional al principio de los años 1990 y se estima que costaría 45 mil millones de dólares, los equipos de la segunda fase destruirían los satélites que hubiesen sobrevivido a la primera. Al comienzo les acosarían encima de la atmósfera y luego, desde su regreso a ella. Esta etapa se apoyaría sobre interceptores probablemente guiados por el calor que se desprende de su blanco y se calcula su costo a 15 mil millones de dólares. Según el Sr. Brzezinski: «la eficacidad combinada de las dos fases sería superior a un 90 por ciento … Es más que suficiente para desanimar a los soviéticos, quienes dejarán de pensar que un primer choque sería galardonado con éxito».
La IDE, que se inspira de «Alta Frontera», dio luz a otro sistema previsto en un plazo más lejano, la escuela Teller. Según Teller y su Sistema «Beam-Wapons» o «Armas con rayos», los satélites cazas de «Alta Frontera» a término serán tan vulnerables como sus blancos por las armas con rayos que su equipo perfecciona en Livermore. La idea de Teller consiste en el establecimiento de un nuevo tipo de defensa antiaérea capaz de limpiar el cielo de todas las armas ofensivas que podrían circular desde la superficie del suelo o del mar. Quedarían entonces en el espacio sólo satélites de observación y de alerta. Varios especialistas estiman que las armas con rayos son el porvenir, puesto que los proyectiles de la defensa serán 40.000 veces más rápidos que sus blancos, las armas de ataque. Intervendrán a la velocidad de la luz contra cabezas nucleares que se movilizan de 5 a 7 kilómetros por segundo. Además, por numerosas que fuesen, no podrían saturar la defensa como tampoco los tanques pueden atravesar una cortina de neutrones.